Artículo Radio Marca Almería: Mediocampismo
Mediocampismo
Qué bonito es ver a un equipo con capacidad de dominar el balón en la banda izquierda, llevarlo a banda derecha y hacerlo pasar por el centro. Una vez allí, arrepentirse y devolverlo a su lugar de origen. Qué bonito es ver a ese mismo equipo hacer viajar a sus laterales hasta los confines del campo para, tras recibir un balón en profundidad, nutrir el área del elemento principal del fútbol; el balón.
Suena teórico y obvio, pero lo intermitente pasó a ser continuo y lo más parecido a una triangulación que se había visto en el Juegos Mediterráneos durante estas tres últimas
temporadas era el peinado de alguno de sus futbolistas. El Almería de Ramis sabe triangular.
Suena teórico y obvio, pero lo intermitente pasó a ser continuo y lo más parecido a una triangulación que se había visto en el Juegos Mediterráneos durante estas tres últimas
temporadas era el peinado de alguno de sus futbolistas. El Almería de Ramis sabe triangular.
Noticia, y de las gordas.
Suena a lógica del fútbol un desdoblamiento por banda con un centro al área. Un desborde, un cambio de orientación, una dejada de cara o una pared en la frontal. Teoría que se alejaba de la práctica. A mí, que me gusta el fútbol como deporte espectáculo, me emocionó ver llegar a Nauzet, apoyarse en Caballero y utilizar la dejada del argentino para regalar a Pozo un mano a mano que acabó en gol. Me emocionó disfrutar de un Verza sin miedo para venir a recibir al área, un Alcaraz que obliga a sus compañeros a competir y a un Tino Costa con carácter y juego,
creatividad y llegada en los pies.
creatividad y llegada en los pies.
Y es que no hay equipo sin balón como no hay fútbol sin combinación. Este deporte es eso, toque, toque y más toque, y no la bazofia que hemos sufrido en las últimas campañas. Este juego es velocidad, verticalidad y asociación. Para ello, la mejor receta se llama centro del campo. Sin buenas piezas en la medular, nos encontramos ante un conjunto invertebrado que se precipita
como un trapo al vacío.
como un trapo al vacío.
Me vienen a la mente los Soriano y Corona, en su mejor época como jugadores, acompañados de Larrea, Alberto y Cabrera o los Melo, Juanito e Iriney. Es curioso que los mejores años de este equipo coincidan con centros del campo solventes, con capacidad de crear y de hacer funcionar los engranajes. Es por ello que esta temporada me hace albergar esperanzas. Con Tino, Verza, Mandi, Alcaraz, Nauzet, Pozo o Fidel, por mencionar unos pocos, implicados, la creación está asegurada y, con ella, el buen fútbol, lo que suele ser garantía de éxito
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