Ante las garras, costumbre

Artículo de opinión sobre la UD Almería 

Alejandro Asensio
Almería, 17 de agosto de 2021

Me gusta escribir, no puedo hacer nada para luchar contra esta filia mía. Ni quiero. Así que trataré de sacar algo de tiempo para pasarme por aquí cada semana, a modo de crónica y lo que surja, para dejarle al que le apetezca algunas letras que complementen a las palabras que ya vierto en Un Tiro en la Olla. Porque aquí seguimos. 


La mejor de las noticias en lo que a la confección de la plantilla se refiere es la continuidad de la mayor parte de los efectivos con los que ya se contaba el pasado curso. Se han ido pesos pesados pero se han quedado otros que van a pesar; y mucho. Largie, sé feliz. Qué bonito es verlo emular a Kalu Uche haciendo piruetas tras sus goles. Ya hay jugadores que suman tres o más campañas ligados al club; De la Hoz, Lazo, Fernando, Martos, Appiah, Ibiza… alguno me dejaré, y eso es positivo. Mantener el bloque y reforzarlo con piezas como Curro o Portillo es garantía de competitividad. 


Pero echar raíces es importante para que la planta crezca fuerte. Eso es algo de lo que siempre ha adolecido el Almería. Poca unión con la sociedad que lo circunda. En todos los ámbitos. Y no vengo a hablar en términos «piperos» acerca de la sangre y el lugar de nacimiento. El fútbol ya no es eso; nos guste más o menos. Pero sí que es uso, costumbre, pertenencia. Cultura local. Se han ido las rayas verticales pero ha llegado, como enarbolando la bandera roja y blanca, un chaval que ha agitado a más de uno, entre los que me incluyo. 


He estado años viendo crecer a unos chavales a mis pies. Ellos ni sabrían que cientos de ojos los observaban celebrar cada gol con una emoción desbordante. Simplemente, disfrutaban recogiendo balones por tribuna y devolviéndolos al césped del Juegos Mediterráneos. Soñaban con estar ahí en algún momento. Cuando eso sucede, y este momento en el que escribo es uno de ellos, no puedo dejar de sentir el vello del cuerpo erizado. Javi Robles ha cumplido con el sueño de todo niño y nos ha hecho ver a muchos locos que hace ya dos décadas nos sacudimos a los grandes y comenzamos a seguir a este equipo que el tiempo nos ha dado la razón. Que hay niños que nacieron con el Almería y ahora lo defienden en el campo. Que el ritmo no pare. 



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